Cómo evitar el insomnio en el embarazo

Última actualización: 23.04.24

 

Aunque el embarazo es una etapa hermosa, esto no la libra de ciertas incomodidades que pueden variar en intensidad de una persona a otra, teniendo en cuenta los cambios por los que pasa el cuerpo. Uno de los más comunes es el insomnio y, aunque no lo parezca, afecta a más mujeres de las que muchos se imaginan.

 

Cómo conseguir dormir es una pregunta que muchas se hacen durante su embarazo, ya que las probabilidades de sufrir esta incomodidad van en aumento conforme se avanza en las etapas. Por ende, revisaremos cuáles son los síntomas del insomnio junto a sus causas y posibles soluciones.

 

Síntomas de insomnio

A continuación, te indicaremos varios de los síntomas de no dormir que podrás evaluar para determinar si estás o no sufriendo un episodio de insomnio:

  • Dificultad o imposibilidad para conciliar el sueño
  • Despertar demasiado temprano
  • Despertar durante la noche
  • Dificultad para concentrarse
  • Pérdida de memoria
  • Irritabilidad

 

Insomnio durante la gestación

Los cambios corporales y hormonales que sufre una mujer cuando queda embarazada, pueden provocar noches de insomnio, ya que se multiplican por diez las probabilidades de sufrirlo. Aparte, estas van en aumento conforme avanza el proceso tal y como revisaremos a continuación:

 

  • Insomnio en el embarazo en primer trimestre

Durante los primeros meses del embarazo, se ha demostrado que un aproximado del 44% de mujeres presentan inconvenientes para conciliar el sueño en las noches, cuando antes no tenían problemas para ello.

Por lo general, esto se debe a que la hormona que causa debilidad durante las horas activas también afecta al momento de intentar descansar. Sumado a esto, los cambios en el cuerpo, además de las constantes náuseas y mareos, pueden ser influyentes.

 

  • Insomnio en el embarazo en segundo trimestre

En el segundo trimestre de gestación, las probabilidades de sufrir de insomnio se elevan hasta alcanzar al 46% de mujeres embarazadas.

Además de estar a la merced de los cambios hormonales, en esta etapa se puede acentuar el cambio físico del cuerpo durante la gestación. El aumento natural de peso y volumen puede resultar incómodo para hallar una posición adecuada para dormir. Al mismo tiempo, la presión que genera la panza sobre la vejiga incrementa la necesidad y regularidad de ir al baño a orinar, lo que interrumpe directamente el estado de sueño durante la noche.

 

  • Insomnio en el embarazo en tercer trimestre

El embarazo e insomnio prácticamente se vuelven sinónimos durante esta etapa de la gestación, ya que los estudios indican que hasta el 64% de las féminas embarazadas llegan a sufrir de trastornos del sueño.

Para muchas mujeres, esta última etapa es una de las más incómodas del embarazo debido a múltiples razones que pueden variar de un caso a otro, pero, generalmente, se debe a situaciones como hinchazón, no hallar una posición cómoda en la cama, senos sensibles y doloridos, entre muchas cosas más.

Causas del insomnio durante el embarazo

Las causas que pueden estar provocando el insomnio son variadas y aquí podrás informarte acerca de cuáles son las más comunes, para tratar de ponerles remedio antes de que te afecten en exceso:

 

  • Náuseas, mareos y vómitos

La incomodidad generada por las clásicas y conocidas náuseas matutinas, acompañadas con mareos y vómitos, generalmente puede observarse durante los primeros meses de gestación, intensificada por los cambios hormonales que sufre el cuerpo para albergar al nuevo bebé.

 

  • Reflujo gastrointestinal

Sufrir de reflujo durante el embarazo es más común de lo que te imaginas, pudiendo afectar hasta al 53% de mujeres en estado de gestación. La causa de esta incomodidad se basa en que el cuerpo pasa por un proceso digestivo más largo y pesado debido a los cambios hormonales.

 

  • Aumento de la orina

Las mujeres embarazadas suelen notar un incremento en el número de veces que necesitan ir a orinar en 24 horas, sobre todo durante la noche. Esto es debido a que los riñones están trabajando un poco extra para eliminar toxinas del cuerpo, lo que aumenta la cantidad de orina que debe ser expulsada. Además, la presión ejercida por la panza sobre la vejiga también tiene mucho que ver.

 

  • Molestias musculares

El cambio corporal y el incremento de volumen obligan al cuerpo a hallar un nuevo centro de equilibrio lo que, a su vez, también pone presión sobre la columna. Es probable que la mitad de las embarazadas lleguen a sufrir de molestias musculares como dolores, calambres y pinchazos.

 

  • Movimientos fetales

El movimiento del bebé, cuando ha alcanzado cierta etapa de desarrollo, puede tener consecuencias para la madre, dado que ella puede sentir desde el interior todos los movimientos bruscos o suaves del pequeño que, en algunos casos, pueden llegar a ser dolorosos, sobre todo en el área de las costillas.

 

  • Apnea

Los ronquidos se presentan generalmente durante el último trimestre de gestación y pueden afectar a muchas mujeres. Esto se debe al aumento de secreciones mucosas y flujo sanguíneo, lo que ocasiona obstrucciones en las vías respiratorias y generan el molesto ronquido.

Soluciones y métodos para combatir el insomnio

No poder descansar adecuadamente cada noche puede traer consecuencias bastante graves, por lo que, si quieres saber qué hacer para poder dormir, en el siguiente espacio te ayudaremos con un par de consejos que podrás poner en práctica para combatir el insomnio.

 

  • Aprovecha el té

Puedes tomar té de manzanilla, el cual ayuda a reducir niveles de estrés y mejorar la calidad del descanso.

 

  • Horarios fijos

Establece un horario en el cual acostarte y levantarte y trata de respetarlo de principio a fin para que tu cuerpo adopte el hábito.

 

Las almohadas diseñadas para embarazadas ayudan a distribuir mejor el peso para que tu espalda pueda relajarse al intentar dormir.

 

  • Temperatura y luz adecuadas

La habitación debe estar a una temperatura agradable y con un nivel mínimo de luz para que no haya distracciones.

 

  • Cuidar la dieta

Mantén una dieta tanto sana como equilibrada para evitar poner a tu cuerpo bajo más presión y permitirle relajarse en la noche.

 

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