Madres y bebés en movimiento

Última actualización: 19.04.24

 

La mayoría de las mujeres después del parto sienten el deseo de realizar alguna actividad que beneficie tanto su estado físico como mental. Sin embargo, el tiempo libre se convierte en un gran desafío, ya que el cuidado del bebé, el entorno familiar, social y muchas veces laboral, son factores que impiden poder realizar algún tipo de ejercicio o actividad física que ayude a mejorar su aspecto y su estado de ánimo.

Lo bueno es que existen diferentes opciones de actividad que puedes realizar con tu bebé y que provee beneficios para ambos, ya que además de favorecer tu figura, mejorando el tono muscular, la firmeza y la fortaleza, tu pequeño desarrolla y potencia sus habilidades; así mismo, se incrementa el apego y los lazos afectivos entre ambos.

 

El momento ideal para empezar

Es recomendable iniciar o reanudar (si antes o durante el embarazo realizaste algún tipo de actividad) el ejercicio de manera progresiva, una vez que ya te sientas preparada para hacerlo y siguiendo los consejos de tu médico. En los casos de parto vaginal, podrías iniciar con una ejercitación ligera unos días después del nacimiento, siempre y cuando no presenten dolor; sin embargo, si la llegada de tu hijo al mundo fue por cesárea, deberás esperar un tiempo prudencial a que la cirugía esté totalmente cicatrizada y tengas el alta obstétrica.

 

En casa o al aire libre

Una alternativa excelente es practicar alguna actividad física en la comodidad de tu hogar; sin embargo, si decides salir a caminar con tu hijo, es conveniente contar con una mochila portabebés ergonómica, que le brinde una cómoda postura y que te ofrezca un cómodo porteo, a fin de que los dos disfruten del aire libre.

Podrás hacerte con modelo de portabebés según tus preferencias y una vez que el pequeño haya ganado peso y estatura, podrás usar cómodamente un cochecito para las caminatas; aunque también podrás alternar ambas opciones, a fin de que tus paseos no se conviertan en una rutina aburrida.

 

Considera el atuendo más adecuado

A la hora de iniciar cualquier rutina de ejercicios junto a tu bebé, deberás evaluar el tipo de ropa a utilizar, así como el calzado más adecuado; el que deberá ser ligero y cómodo a fin de evitar roces o peladuras en los pies. Por otro lado, la ropa deberá ser cómoda y transpirable, a fin de que no sientas calor en exceso; esto también aplica a las prendas que lleva el niño, no queremos que tu hijo termine sudando y sofocado. Además, si vas estar expuesta al sol, procura usar algún protector solar para ti y para el bebé, ya que su delicada piel podría quemarse.

 

 

Algunos consejos previos

Indistintamente de la actividad, es importante que realices un calentamiento y estiramiento previo al ejercicio. Así mismo, es aconsejable que des el pecho al bebé antes del ejercicio, lo que evita que la leche materna cambie ligeramente su sabor, al tiempo que tu hijo podrá reposar y estar más relajado y tranquilo durante la actividad.

Así mismo, deberás tomar el descanso necesario; la idea no es romper un récord olímpico, se trata de un ejercicio de poca intensidad, donde tu bebé y tú podrán compartir el mismo espacio sin llegar a sentir fatiga. Además, recuerda la importancia de mantenerte hidratada.

 

Un abanico de opciones

Comenzando con las caminatas, una actividad recomendada por los expertos para iniciar tu entrenamiento físico. Podrás hacer caminatas suaves porteando a tu bebé y en la medida que tu hijo crezca, podrás apoyarte de un cochecito; lo que podría facilitar la rutina de una forma más cómoda y segura.

Seguidamente tenemos el Strollering, un entrenamiento solo o grupal, el que consta de rutinas de ejercicios al aire libre para madres e hijos. Se utiliza como herramienta de apoyo del cochecito, el cual no requiere tener un diseño especial y el rango de edad de los niños es amplio, desde los 2 meses hasta los 3 años. Se inicia con caminata, trote o carrera para entrar en calor, seguido de ejercicios localizados para tonificar los músculos, mejorar la flexibilidad, fortalecer el sistema cardiovascular y quemar grasas, mientras los pequeños se divierten.

La natación es otra excelente opción para compartir con tu hijo en otro medio, el agua. Es una actividad recomendada a partir de los cinco meses, cuando el sistema inmunológico del bebé ha madurado y tiene sus vacunas al día. Consiste en practicar conjuntamente actividades como flotar y trasladarse en el agua, a manera de juego; lo que favorece el desarrollo muscular de ambos, así como el fortalecimiento de pulmones y el corazón.

 

 

Por otro lado, tenemos el baile con apego, una alternativa para practicar durante los primeros meses de vida. Consiste en clases de danza porteando a tu hijo, para lo cual deberás saber cuál es la mejor mochila portabebés disponible, a fin de que ambos disfruten cómodamente de esta experiencia de baile. Se inicia con una entrada en calor a través de estímulos sonoros a un volumen moderado, para que el bebé se familiarice con el sonido y seguidamente se pasa por diferentes ritmos musicales. La madre se beneficia liberando tensión, toxinas y quemando calorías; mientras que el bebé potencia su desarrollo auditivo y afectivo.

También podrás hacer Pilates con tu hijo, este ejercicio se realiza de forma gradual después de la cuarentena, ya sea parto natural o cesárea. Consiste en cargar el bebé y aumentar con esto el peso en los brazos, lo que favorece el tono muscular. Los ejercicios de Pilates también favorecen el fortalecimiento del suelo pélvico, la postura, los músculos abdominales, piernas y brazos. No obstante, es importante contar con la orientación de una persona experta en esta disciplina.

Por último, tenemos el Yoga con bebés, una práctica que podrás hacer en casa desde el momento de su nacimiento, realizando asanas y meditaciones con tú bebé porteándolo. En el caso de que decidas hacerlo con un profesional, deberás esperar 4 o 6 semanas si el parto fue vaginal y de 8 a 10 semanas si fue por cesárea. Esta actividad tiene como propósito que te reencuentres con tu propio cuerpo, afianzando el vínculo con tu pequeño. Las clases de yoga con los recién nacidos suelen tener una duración de una hora, dividiéndose en tres partes: una para la madre con el bebé al lado, otra en la que el bebé se incorpora a las posturas de forma divertida y por último, la sección de masajes para el pequeño.

 

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