Los taburetes son muy útiles en los hogares porque permiten agregar algunos centímetros de más a la estatura de cualquier persona.
En el caso de los niños, estos necesitarán algún apoyo en el baño para alcanzar, con más facilidad, el lavabo y realizar correctamente su higiene personal.
Pero, hay que ayudarlos para que los utilicen de forma apropiada y así evitar cualquier accidente.
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Revisa el taburete
Apenas lo recibas debes verificar la estructura del producto con detalle, recuerda que quien le dará uso será un niño y es imprescindible comprobar que cuente con todas las medidas de seguridad adecuadas antes de ponerlo en marcha.
Revisa la estabilidad, que las patas estén firmes, que no se hunda en el medio ni en ninguna zona, que tenga un peso adecuado para que los niños puedan transportarlo y, aún más importante, que la altura sea apropiada para ellos.
Muéstrale al niño el taburete y explícale para qué sirve
Este punto tendrá más relevancia en proporción directa a la edad del niño. Mientras más pequeños sean, mejor hay que explicarles para que no les cause un impacto negativo y sepan cuál es su utilidad.
Para esto, toma el taburete y dirígete al baño con el niño.
Explícale que es para alcanzar el lavabo y la forma cómo deberá subirse.
Existen modelos de un solo escalón y otros con dos o hasta tres.
Si ya el niño sabe subir solo, permítele que practique, sino deja que se apoye en tu mano para subir hasta estar en la posición correcta.
Es necesario informarle también que no es un juguete y que debe ser utilizado con precaución para evitar golpes o caídas.
Los niños no deberán saltar en él ni utilizarlo para alcanzar cosas muy altas que deseen, como galletas en la cocina por ejemplo.
Para esto será muy útil diseñar horarios de uso del taburete y cumplirlo a diario, como las horas para lavarse los dientes o después de realizar las necesidades fisiológicas para asearse las manos.
En todo caso, siempre será mejor mantenerlos bien supervisados.
Busca un lugar específico para mantener el taburete
Este es otro paso importante para mantener el taburete accesible al niño y le dé confianza por saber que lo encontrará en un lugar determinado.
Puedes aprovechar una esquina o algún armario que esté dentro del baño.
También servirá, simplemente, dejarlo a un lado del lavabo y que él niño solo tenga que tirar de él cuando le haga falta utilizarlo.
La limpieza
Podemos aprovechar este producto para incorporar a los niños a las labores de limpieza de la casa.
La mayoría de los taburetes vienen revestidos en la superficie con un recubrimiento de goma antideslizante para evitar caídas, pero el resto de la estructura será de plástico con algún diseño.
Para limpiarlo es aconsejable pasar un paño húmedo por todas las zonas sin ejercer excesiva fricción para no arruinar los detalles impresos, si los tiene.
También se debe revisar por la parte interna.
Puedes incluir a tu niño en esta actividad a fin de que reconozca mejor la utilidad y generen disciplina de cuidado con sus cosas.
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