Contents
- Q1: ¿Cuándo usar una manduca?
- Q2: ¿Cómo poner la manduca en la espalda?
- Q3: ¿Hasta qué edad llevar delante al niño en mochila manduca?
- Q4: ¿Cómo poner la manduca de lado?
- Q5: ¿Cómo poner manduca para recién nacido?
- Q6: ¿Cómo saber si mi manduca es original?
- Q7: ¿Cómo ajustar mochila manduca?
- Q8: ¿Cuándo quitar el reductor de la manduca?
Q1: ¿Cuándo usar una manduca?
Las manducas pueden usarse desde el momento en el que tu bebé nace, siempre y cuando tengas un modelo adecuado para un niño recién nacido. Si este se encuentra en una buena posición, no habrá ningún problema.
Se sugiere utilizar fulares para esta etapa, pues poseen telas más delicadas y suaves, por lo que el bebé, si es muy sensible, estará más cómodo.
Q2: ¿Cómo poner la manduca en la espalda?
Es recomendable utilizar este método cuando el bebé ya sea mayor a los 6 meses, no solo para que pueda mantener su cabeza erguida él solo, sino también para que puedas movilizarlo sin riesgos a herirlo de ninguna forma.
Ajusta la manduca en la parte baja de tu abdomen, justo encima de tu cadera y muévela hasta que la estructura se encuentre en la parte trasera. Carga a tu bebé y, con cuidado, pásalo suavemente a tu espalda. Recuerda no soltarlo en ningún momento.
Mientras mantienes a tu niño en tu espalda con una mano, utiliza la otra para subir la tela de la manduca y llevarla hasta que cubra la espalda del niño. Presta atención a que su posición siempre sea la de ranita.
Pasa las tiras por tus hombros, una por una y, cuando el pequeño ya esté asegurado, procede a ajustar las hebillas y a cerrar los broches necesarios.
Q3: ¿Hasta qué edad llevar delante al niño en mochila manduca?
Hasta los 6 meses es recomendable que el niño esté delante y mirando a sus padres. Esto le da seguridad y cercanía con el adulto. Sin embargo, a partir de esa edad o desde el momento en que el niño sostenga su cabeza solo, se sugiere llevarlo adelante mirando hacia el frente, en la cadera o detrás, en la espalda, para darle más autonomía al pequeño.
Como los niños no están a la vista de sus padres si se encuentran en su espalda, muchos padres prefieren esperar que el pequeño crezca un poco más, no obstante, dependiendo del bebé, es posible comenzar desde los 6 meses a llevarlo en la espalda.
Para más versatilidad, es una gran idea comprar manducas evolutivas que puedan acompañar al niño desde los primeros meses de vida hasta los primeros años.
Q4: ¿Cómo poner la manduca de lado?
Ajusta la manduca en la parte baja de tu abdomen para que sea más sencillo. Coloca una tira en diagonal hasta el hombro contrario del lugar en el cual llevarás al bebé y pasa la otra tira por la cintura hasta ajustarla en tu espalda. Coloca a tu bebé en la mochila.
Q5: ¿Cómo poner manduca para recién nacido?
Si se trata de una mochila, entonces coloca la estructura en tus piernas cerradas mientras te encuentras sentado.
Acuesta delicadamente a tu bebé sobre la mochila, de frente a ti. Coloca el reductor como si fuera un pañal y ajústalo al niño. Después de eso, pasa los brazos a través de las tiras y, dándole soporte a la espalda del bebé, súbelo hasta que esté completamente contra tu pecho. Ahí, ajusta las tiras traseras y listo.
Q6: ¿Cómo saber si mi manduca es original?
Todas las manducas vienen con el nombre de la marca y el logo bordado en la parte frontal para demostrar su autenticidad. Igualmente, la calidad de los materiales se hace notar desde el primer momento.
Q7: ¿Cómo ajustar mochila manduca?
Las mochilas manducas traen hebillas ajustables en diversas partes de su estructura, tanto en los laterales como en la parte superior. Con tan solo jalar la cinta, podrás ajustar el producto al tamaño del niño.
Además de esto, es posible adquirir accesorios como el cinturón manduca Size-It que servirá como base de la manduca y permitirá reducir el tamaño de la mochila. Si existen dudas, el manual de usuario de la mochila trae todo lo necesario para aprender paso a paso cómo utilizar la manduca.
Q8: ¿Cuándo quitar el reductor de la manduca?
Es recomendable dejar de usar el reductor de asiento cuando el niño alcance los cuatro o cinco meses, aunque debes tener en mente que esto puede variar dependiendo del tamaño de tu bebé. El aspecto más determinante para saber que ya es hora de dejar de utilizar el reductor es cuando notes que sus muslos ya son más largos, sobresaliendo por la parte inferior de la manduca.
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