Desarrollo del bebé de 10 meses

Última actualización: 28.03.24

 

Los 10 meses de vida del bebé son una etapa inolvidable para los padres, ya que el desarrollo del infante se hace más notorio, al poder gatear libremente por la casa y comunicarse de mejor forma, señalando con sus manos lo que quiere e indicando con gestos lo que le agrada y disgusta.

 

El desarrollo del bebé de 10 meses es una fase bastante interesante, ya que el pequeño ha mejorado sus capacidades motoras: coordina la movilidad de manos y pies para gatear, coge objetos con sus manos y los sostiene en ellas para manipularlos al jugar.

Además, el infante ha comenzado a entender el significado de algunas palabras y, aunque aún no puede hablar bien, tiene la capacidad de señalar con el dedo si le duele alguna parte del cuerpo o desea que le alcancen algún juguete, por ejemplo. De igual manera, el bebé de 10 meses manifiesta el desarrollo de una mayor sensibilidad en sus reflejos, sentidos e incluso su cuerpo ha crecido, es decir, es más alto y con mayor peso. En tal sentido, lejos ha quedado el recuerdo de cuando tenía la altura de un bebé de 3 meses y su movilidad era reducida.

También, es importante comentar que el pequeño ha empezado a forjar su personalidad, mostrándose más receptivo con las personas de su entorno, sonriendoles, abrazándolos, entre otros actos de afecto. Esto ocurre porque a los 10 diez meses el bebé es capaz de reconocer quién es papá, mamá y algunos familiares cercanos, que están en contacto con él diariamente. 

Sin embargo, cuando se acerca un desconocido, el infante puede mostrarse igualmente afectivo y jovial o, por el contrario, comportarse incómodo, renuente, callado, tímido, molesto e incluso grosero. Precisamente en este momento es que se puede definir como será su personalidad al interactuar con otros.

A pesar de que el pequeño ha logrado toda esta serie de avances, todavía queda un largo camino por recorrer en lo que respecta a su desarrollo psicomotor, es decir, la adquisición de las habilidades básicas y propias del ser humano.

Asimismo, está la maduración del sistema nervioso central, encargado de que dichas destrezas puedan ser fijadas y ejecutadas diariamente por el bebé. 

Claro está, para ello es necesario que los padres estimulen al bebé de diez meses con juguetes pedagógicos, así como también interactuando con él frecuentemente, enseñando el nombre de los objetos y seres vivos que lo rodean: mesa, perro, gato, árbol, etc. De esta manera, los pequeños se familiarizan con esta información y la repiten de forma intuitiva.

Aspectos generales

Diez meses después del nacimiento del bebé, su desarrollo es completamente notorio. El recién nacido de cuerpo frágil ha comenzado a convertirse en un bebé con mayor fuerza en sus brazos, manos, piernas, pies, tronco y cuello. 

De hecho, el bebé de 10 meses puede gatear y desplazarse por toda la casa, coger los objetos que están a su paso, expresar emociones de manera más clara al sentir dolor, alegría o frustración. A continuación, explicamos algunos aspectos particulares acerca de qué hace un bebé de 10 meses.

 

Motricidad

La motricidad del bebé de diez meses está asociada no sólo al correcto desarrollo del sistema nervioso central, responsable de la ejecución de las contracciones musculares, sino que también la movilidad de las extremidades del infante se relaciona con el desarrollo de su cuerpo.

Por ejemplo, el peso del bebé de 10 meses corresponde a un promedio de 9,6 kilogramos, que puede ser soportado perfectamente por su cuerpo, cuya estatura promedio es de 74 centímetros. En este momento, el bebé muestra una notoria fuerza y agilidad para moverse de un sitio a otro mientras gatea.

De hecho, en el mes 10 muchos infantes comienzan a querer ponerse de pie e incluso algunos de ellos logran dar sus primeros pasos, de forma insegura y con poca estabilidad en la planta de los pies. 

Sin embargo, con ayuda de los padres u otros familiares, el pequeño gana seguridad para continuar intentándolo y, así, fortalecer los músculos de las piernas y mejorar sus reflejos hasta poder caminar.

Además, los bebés de 10 meses muestran autonomía y control en sus movimientos, por lo que pueden sentarse solos, al tiempo que mantienen la espalda recta y los pies extendidos.

Lenguaje y sentidos

Los 10 meses del bebé traen consigo cambios en la comprensión del lenguaje y un desarrollo más profundo del sentido del oído, la vista, el olfato, el gusto y el tacto. 

El bebé a esta edad oye lo que le dices y lo comprende, siendo un buen ejemplo de ello cuando le preguntas dónde está un juguete determinado, mamá o papá. Inmediatamente, el infante direcciona su mirada o señala hacia donde está la persona u objeto. 

Asimismo, entiende la negación y aprobación de los padres para efectuar alguna acción, ya que al escuchar un “No”, observamos que se detiene o por los menos se muestra temeroso de continuar con la acción que momentos atrás iba a realizar.

También, el bebé de 10 meses hará los típicos sonidos que seguramente estás acostumbrado a escuchar de él, pero con la diferencia de que comenzará a unirlos, es decir, ya no dirá “da”, sino “dada” y, posteriormente, le atribuye dicha palabra a algún objeto.

 

Alimentación

La alimentación de los bebés de 10 meses es más sencilla que durante sus primeras semanas de vida, ya que ahora pueden consumir una dieta similar a la de los adultos. Esto se debe a que los pequeños tienen algunos dientes, que les permiten triturar los alimentos sólidos sin hacer mucho esfuerzo. 

En este sentido, hacemos referencia a las verduras, carne, pollo, frutas, entre otros alimentos debidamente cortados, para que pueda introducirlos en su boca cómodamente y sin riesgo de asfixia.

De hecho, los pequeños a sus diez meses han comenzado a comer por sí mismos, cogiendo la cuchara y llevándola a la boca. Sin embargo, son un poco inestables en la manipulación del utensilio y terminan por introducir los dedos en la comida, ensuciándose, por lo que resulta conveniente usar algún tipo de babero, cuyos diseños son variados y se encuentran entre los catálogos de ropa para bebés.

Los cambios no terminan aquí. Rápidamente el pequeño entrará en su última fase de bebé, para convertirse en un niño en todo sentido; más autónomo y capaz, por tanto, vale la pena disfrutar esta etapa.

 

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