Cómo utilizar un capazo

Última actualización: 26.04.24

 

¿Eres un papá primerizo y aún no entiendes el funcionamiento del capazo? No es tan difícil, en realidad, y no hay por qué asustarse. Aprender a utilizarlo es clave, pues el capazo es un lugar que le brindará protección y comodidad a tu hijo desde el primer día hasta, aproximadamente, sus 6 meses. Saber todo lo que se puede de él hará que tú y tu hijo aprovechen cada cualidad y puedan disfrutar de este producto por bastante tiempo.

 

 

Lava el capazo

Lo primero que debes hacer con el capazo y con cualquier cosa que vaya a tener contacto directo con la piel de los bebés es lavar. Utiliza jabón neutro y abundante agua para lavar cada pieza de tela, el saco, la cubierta y todo lo que sea necesario para proteger la salud de tu pequeño

Además de eso una toalla húmeda para niños puede ayudarte con la limpieza del resto de las piezas del producto.

 

Lee las instrucciones

Cada modelo tiene un manual de usuario distinto, por lo tanto, es necesario que leas las instrucciones para saber exactamente qué hacer y qué recomendaciones de cuidado y mantenimiento vienen incluidas.

 

Ensambla el producto

Con el manual en tu mano, procede a ensamblar el producto pieza por pieza. Verifica que todo esté incluido. Si no entiendes las instrucciones, intenta buscar fotos en el manual que ejemplifiquen lo que realmente debes hacer.

A la hora de añadir la capota y la cubierta, asegúrate de que estas encajen muy bien. No intentes forzarlas a ajustarse más si ya están en su sitio, pues podrías dañar la estructura.

 

Úsalo solo

Usar el capazo por su cuenta es la forma más rápida de utilizarlo. Así, tú podrás llevar a tu hijo por las asas de agarre mientras él duerme para tener mayor comodidad. También estarás seguro que, sin importar a dónde vayas, el pequeño tendrá un lugar para descansar, estar y dormir, que es exclusivo para él.

 

Úsalo como carrito

Es posible ajustar el capazo a un carrito para llevar a tu hijo protegido al pasear. Hay ciertos carritos que tienen la opción de adaptar el capazo y hay otros que pueden intercambiar la silla por el capazo para mayor comodidad. Esto es una gran opción para el momento en el que tus brazos se cansen. Sin embargo, en la ocasión en la que sea más cómodo dejar las ruedas y llevar al niño en el capazo, entonces desmontarlo es posible, dándote más movilidad.

 

 

Úsalo como cuna

También puedes adquirir bases de madera o plástico que sirven para sostener el capazo de pie y funcionar como cuna. De esa manera, tu pequeño podrá dormir toda la noche con comodidad. Si este es el caso, es recomendable usar un colchón con un buen grosor y usar un cubrecapazo acolchado, por si el pequeño se mueve en la noche.

Además, un saco que lo mantenga calientito es una buena idea e instalar una tela mosquitera también podría añadir protección. Esta es la versatilidad que caracteriza el capazo, pues puede servir de tres maneras siendo un solo producto.

 

Acomoda a tu pequeño

Cuando hayas decidido el uso que le darás al momento, despliega la capota del capazo, aligera la cubierta, coloca el saco y acomoda tu bebé, dejando su cabeza a la altura de la zona descubierta. Dependiendo de si saldrás o no, coloca la capota.

 

 

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