Cómo utilizar una mochila portabebés

Última actualización: 28.03.24

 

Si estás decidido a comprar una mochila portabebés para cargar a tu pequeño, te aconsejamos seguir leyendo para que aprendas cómo utilizarla correctamente y sacarle el máximo provecho al porteo del bebé.

 

Revisión del producto

Es muy importante que al tener la mochila en tus manos revises cada una de sus partes, anclajes y correas, verifica que todo funcione correctamente. Ahora, si incluye manual de instrucciones, debes tomarte el tiempo de leer y entender cada una de las indicaciones dadas por el fabricante. Recuerda que del correcto uso de la mochila dependerá, directamente, la comodidad de tu bebé, así que dedicate a leer e investigar cómo se usa la mochila elegida, si no has hecho esa búsqueda previamente.

 

Posición de la mochila

Una vez que has adquirido la mochila tomando en cuenta la edad, tamaño y peso de tu bebé llegó la hora de usarla. Usa la posición más recomendada según la edad del pequeño, si tiene menos de 6 meses puedes llevarlo de frente hacia ti. Esta posición le dará más seguridad.

Si el bebé ya tiene mayor tono muscular y supera los 6 meses, es tiempo de intentar llevarlo con la vista hacia el frente, si tu mochila lo admite, así podrás darle la oportunidad de explorar el exterior. Esta postura no es muy recomendada, por lo que no debes usarla por largo tiempo.

Si tu bebé ya es más grande y te obstaculiza la visión general, quizás sea tiempo de cargarlo en la espalda. Recuerda darle espacio al pequeño para que se acostumbre, es posible que se resista las primeras veces a quedarse dentro de la mochila. Hablále hasta calmarlo, ya verás que poco a poco se va adaptando a este transporte.

 

Ajuste correcto

Recuerda realizar todos los ajustes de los anclajes para asegurar a tu bebé, bien sea las correas de los hombros o el cinturón abdominal, todo esto debes ajustarlo a tu altura y contextura para garantizarte la mejor postura a la hora de cargar a tu bebé. Si tu bebé es pequeño puedes colocar el cinturón un poco más alto de la cintura, coloca su culito en la mitad del cinturón y arreglalo en la posición de rana, o M, en la que las rodillas flexionadas quedan por encima de la cadera.

Después de colocar al bebé en su posición, ya puedes colocarte los tirantes y arreglar la sujeción de la espalda, dependiendo del tipo de mochila que tengas.

Puede que los primeros días sea liosa la colocación de la mochila, para eso practica un poco frente al espejo y con tu bebé para ir mejorando tu agilidad.

 

 

Limpieza del producto

Las mochilas no están exentas de ensuciarse, especialmente si el bebé babea mucho y ni hablar de cuando se come un bocadillo mientras lo porteas. Por esta razón es muy importante mantener la mochila bien limpia.

Para ello debes desmontar las partes extraíbles, en el caso de que las tenga, y si el fabricante lo recomienda puedes meterla en un ciclo de lavado profundo para retirar todas las manchas y suciedad. Después de exprimir bien, déjala secar al sol hasta que el acolchado no se sienta frío.

Si tu mochila no se puede lavar a máquina, puedes usar una solución jabonosa de agua, vinagre, bicarbonato y un poco de detergente suave, verter esa mezcla con una esponja y restregar en las manchas de la mochila. Después la debes aclarar y colgarla al sol.

 

 

 

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