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Q1: ¿Qué necesito para vestir una cuna para bebé?
Para vestir una cuna para bebé, antes se deben adquirir algunos elementos importantes. En primer lugar tul, ya que es una protección contra posibles ataques de insectos. Tampoco se pueden olvidar protectores acolchados para los lados, como las chichoneras, para evitar golpes.
Hay que tener un cuidado con el uso de las sábanas a colocar en la cuna, verificar que estén limpias y aseadas. Además, se deben lavar al menos cada tres días, para combatir la aparición de agentes nocivos.
Si se recibe alguna sábana de segunda mano de parte de algún familiar o amigo estas deben lavarse, luego hervirse para esterilizarlas, y volver a lavarlas. Hay que tener dos edredones y dos cubrecamas, estos son los elementos de más importancia.
Lo mejor es tener para la cuna del bebé telas de origen natural, siendo el material más recomendado el algodón y la lana.
Q2: ¿Qué beneficios aporta la cuna para bebé que se pega a la cama?
La cuna para bebé que acopla a la cama, también conocida como cuna de colecho, trae consigo el beneficio de permitir que el niño duerma más tranquilo. Esto es debido a que podrá sentir la protección materna de forma más cercana. También recibir más gestos de amor, pues darle una caricia será solo cosa de estirar la mano.
Esto hace que el sueño del bebé sea más regular, es decir, se despertará menos veces en la noche. No olvidemos que los bebés poseen unas capacidades muy elevadas de percepción, que muchas veces nosotros no valoramos.
Y no podemos dejar de lado el hecho lógico de que si el niño duerme mejor, los padres también lo harán.
Otro beneficio es que cuando los niños están más cerca de la madre su temperatura corporal es más regular, sus niveles hormonales son más estables, mejora su ritmo cardíaco y su respiración. Además, la madre podrá estar muy cerca para alimentar al bebé y cambiarlo cuando sea necesario.
Q3: Aún no puedo decidir ¿qué es mejor, una cuna para bebé de madera o de metal?
La madera es el material más usado para elaborar cunas para bebés. Por su parte, el metal ofrece piezas y modelos más sofisticados. Entre cuál escoger, es una tarea interesante que estará sujeta a las necesidades y gustos de cada consumidor.
El metal es más frío y aparenta ser más duro a la hora del niño recibir un golpe. Por su parte, la madera se siente como un elemento más cálido y trae consigo una mayor sensación de hogar. En fin, ambos materiales tienen tantas cualidades como defectos quieras ver, así que después de todo, la decisión es tuya y deberás tomarla según tus gustos, espacio disponible y presupuesto.
Q4: ¿Hasta qué edad puede usarse una cuna para bebé?
Según pediatras y otros especialistas, la edad más común para pasar al niño de la cuna a la cama es a partir de los tres años. A pesar de que hay gente que cambia al niño de lecho aún siendo más pequeño, esto puede representar un peligro.
Solo se recomienda cambiar al niño de cuna a cama antes de los tres años cuando el infante sea demasiado grande para la capacidad de la cuna. Cabe destacar que esta es solo una recomendación, pues hay familias que mantienen a los niños en la cuna hasta los 4 o 5 años, pero cada caso es particular.
Q5: ¿Es seguro comprar una cuna para bebé usada?
En líneas generales es más seguro irse por un modelo nuevo, por varias razones. Lo primero tiene que ver con la garantía, ya que al no comprar en una tienda, cualquier problema con la cuna correrá por nuestra cuenta y así se quedará a menos que gastemos más dinero.
En segundo lugar, está el problema de que la cuna comprada tenga roto o extraviado algún accesorio de aquellos con lo que originalmente viene.
Y lo que vuelve más insegura a esta clase de compras son los daños o deformaciones con los que venga el colchón. La orina y los vómitos a los que estuvo sometido durante un tiempo prolongado son elementos que decretan su poca vida futura de utilidad.
Sin embargo, en caso de que sea una persona de confianza la que venda y se necesite ahorrar algo de dinero, puede representar una buena opción.
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