¿Cuáles son las causas del acoso escolar?

Última actualización: 20.04.24

 

Desafortunadamente, algo que es común en casi todas las escuelas del mundo es el acoso escolar. Se han intentado diversas formas para combatir esta problemática, sin embargo, para poder enfrentarla correctamente, se deben conocer las causas y también las consecuencias que existen tras el bullying. Al entender esto, es más fácil buscar la solución adecuada para cada caso.   

 

El acoso escolar es una problemática que ha existido toda la vida. Probablemente todas las personas podemos recordar un momento en el que fuimos víctimas de bullying en la escuela e, incluso, es posible que muchas también puedan recordar haber sido quienes le hicieran bullying a un compañero.

A pesar de que, por mucho tiempo, se trató de un comportamiento medianamente normalizado y que se daba de forma ocasional, el bullying, en los últimos años, ha estado en alza, lo cual ha traído muchos más problemas.

 

¿Qué es el bullying con exactitud?

El “bullying” es el nombre dado al acoso al que es sometida una persona, usualmente en edad escolar, por parte de sus compañeros. En ciertos casos, el acoso puede darse por niños que ni siquiera comparten clase con la víctima, por lo que es necesario siempre estar atentos.

Aunque hace muchos años se consideraba como bullying solamente al acoso físico, es necesario acotar que el maltrato verbal y psicológico también son formas de bullying y merecen la misma atención.

Incluso si tu hijo cuenta con un reloj GPS para niños para monitorear dónde se encuentra y evitar que lo acosen, el bullying ya logra sobrepasar las paredes de la escuela. El uso indiscriminado del internet hace que el acoso pueda perseguir a las víctimas a sus hogares, y este bullying llega en forma de comentarios hirientes, chantajes, etc.

Desafortunadamente, muchos niños y adolescentes han decidido terminar su vida a causa del continuo hostigamiento. Viven con miedo, vergüenza y, al no poder escapar, pueden tomar medidas drásticas. Por lo tanto, es necesario tener conocimiento sobre el tema y detener esto desde la raíz.

¿Cuáles pueden ser las causas del bullying?

La mayoría de las veces, los jóvenes provenientes de hogares abusivos, con padres que ejercen una presión excesiva en ellos o niños que viven en un lugar con pocas demostraciones de afecto pueden ver en el acoso una forma de liberación de todas sus situaciones.

Aquellos niños, al ser las víctimas en sus hogares, pasan a ser victimarios en las escuelas. Al no recibir atención en casa, encuentran en el acoso una forma de ser el centro de atención, pues son “estudiantes problemáticos”. Si son víctimas de violencia, ejercer el abuso en otros puede ser una forma de sentir que están en control. No obstante, muchas veces un niño puede convertirse en “bully” incluso si no sufre ninguna de estas situaciones. La presión social puede hacer que cualquier pequeño comience a ser abusivo, ya sea por querer impresionar a otro niño, ser parte de un grupo, etc.

Por esa razón, incluso si tu hijo no está en un ambiente violento en casa, vale la pena reforzar en el hogar que no es aceptable maltratar a otros, que debería intervenir si ve que alguien es abusado en su escuela y que no es necesario que haga cosas malas para poder pertenecer.

 

¿Cuáles pueden ser los síntomas del bullying en los niños?

El bullying escolar continuo hacia un mismo niño trae consigo consecuencias nefastas para él, por lo que ignorar la problemática o minimizarla no es una solución adecuada. Es necesario actuar y prevenir el acoso infantil para evitar que empeore.

Las consecuencias del acoso escolar no son solo físicas, pues pueden mostrarse en otros ámbitos de la vida del niño de forma más sutil. En todo caso, los efectos del bullying son negativos tanto para el acosado como para el acosador.

Lo más notorio en las víctimas es la pérdida de interés en ir a la escuela, ya que sienten miedo o vergüenza de la situación que los afecta. Sin embargo, mientras aumenta el bullying, las consecuencias también lo hacen.

Los niños acosados tienden a perder rápidamente su autoestima, comienzan a tomar una actitud sumisa o, en ciertos casos, violenta para intentar defenderse. Y, si no se toman acciones, es posible que el niño pueda comenzar a desarrollar condiciones psicológicas serias como depresión y ansiedad, lo cual, posiblemente, pueda traer conductas bastante peligrosas, como pensamientos suicidas e incluso actos que atentan contra su seguridad, como las autolesiones.

Por su parte, los niños acosadores también pueden desarrollar trastornos emocionales, pues la frustración de no poder resolver sus problemas puede hacer que cada vez se tornen más violentos. Además de eso, el rechazo social por su conducta puede hacerles sentir mucho más aislados, lo cual también puede causar depresión o ansiedad, mientras que la culpabilidad de hacerle daño a alguien puede descontrolarlos aún más.

¿Cómo prevenir y actuar en caso de bullying?

Prestar atención a nuestros hijos es la primera forma de detectar el bullying, ya sea que el niño sea la víctima o el bully, pues al descubrir comportamientos inusuales, se puede inferir que algo está sucediendo.

De notarlo, se requiere hablar con el niño y tratar de entender la situación para brindarle la confianza necesaria que haga que el pequeño busque comunicarse. Averiguar si ha pasado una o muchas veces, comprender qué es lo que está causando este comportamiento y preguntar directamente cómo podrías ayudarlo.

Aunque no se recomienda animar a tu hijo a responder con violencia, sí es bastante necesario enseñarle a defenderse, de forma física y verbal. Evitar un golpe, saber a quién acudir cuando ocurran estos episodios, e incluso intentar desescalar una situación para evitar que esta se torne agresiva pueden ser todas formas de defensa.

Como padres, es necesario comunicar la situación al profesor encargado del niño. Si es víctima, para que el tutor pueda proteger al pequeño y estar más atento. Y si es el agresor, el tutor debería estar pendiente de que no agreda a otros niños y comunicar el progreso a los padres.

Por último, incluso si tu hijo no se encuentra en una situación de acoso, es necesario hablar del bullying siempre y también comprometerse a una crianza amorosa, comunicativa, empática y basada en la confianza.

Es prioritario enseñar al pequeño a lograr interacciones positivas y asertivas, recordarle siempre su valor como persona. De igual manera es importante darle la atención que merece y ofrecerle un hogar con un ambiente seguro y respetuoso, ya que son formas que pueden prevenir que cualquier niño se convierta en víctima y en victimario.

Por otra parte, los adultos debemos proteger siempre a los niños y también darles herramientas para que estos puedan protegerse solos y ayudar a los demás. Así, será posible detener el bullying.

 

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