¿Es imprescindible usar una barrera de cama?

Última actualización: 20.04.24

 

Dentro de los muchos productos que los padres compramos para nuestros pequeños, hay algunos que no son siempre imprescindibles. Entre ellos tenemos las barreras de cama. Un producto que mejora la seguridad del descanso de nuestro pequeño pero que no siempre es necesaria.

 

Tener un hijo es algo que cuesta bastante dinero, según apuntan todos los estudios. Entre otras cosas porque muchas veces los padres tenemos tendencia a comprar más cosas de las que son necesarias para nuestro bebé. Lo peor de todo es que muchos de estos productos al final ni siquiera los estrenamos o apenas les damos uso, lo que se traduce en la frustración del dinero gastado en balde en los mismos.

Uno de esos accesorios que para muchos padres se acaba convirtiendo en uno de esos elementos que no usamos es la barrera de la cuna. Sin embargo, también es cierto que muchos pequeños han evitado lesiones y accidentes gracias a este producto. Así que para que tengas más claro si incluir la mejor barrera para cama en tu lista de la compra, vamos a dejarte algunos datos que te serán de gran utilidad a la hora de decidirte.

 

Para qué sirve una barrera de cama

Empecemos por lo básico, sabiendo para qué sirve una barrera de cama. La barrera de cama es un producto destinado a la protección de los más pequeños cuando duermen. Esta barrera se sitúa sobre la parte inferior del colchón, creando una barrera física que impide que nuestro pequeño se caiga por los movimientos propios del sueño.

Para que esta protección sea más eficiente, la barrera cuenta con dos soportes de gran tamaño, que se colocan directamente en la parte inferior del colchón. La resistencia al empuje se obtiene directamente por el peso de nuestro pequeño al descansar, lo que impide que la barrera de cama se mueva, incluso cuando nuestro durmiente se apoye sobre ella. La barrera se remata con una adecuada protección en la zona superior de la misma, que evita que el niño se cuele por ella y que este material pueda romperse o deteriorarse con el uso.

 

 

Cuándo es necesaria la barrera de cama

Una vez que sabemos para qué sirve la barrera, es el momento de pensar si nuestro pequeño la necesita. Lo primero que debemos valorar es si nuestro hijo tiene tendencia a moverse mucho cuando descansa o no. Algunos niños se quedan dormidos en una misma posición y apenas varían la misma, mientras que otros se mueven cada cinco minutos, dando vueltas sobre su posición. Los más movidos incluso pueden aparecer durmiendo cabeza abajo, sin que podamos entender cómo han llegado a esa posición.

Es obvio que en el caso de estos últimos usuarios, los más movidos, es altamente recomendable el uso de una barrera de cama. Entre otras cosas porque cuando está dormido, el riesgo de que nuestro pequeño acabe en el suelo es considerable. Así que si tu pequeño es de los que no paran quietos, seguramente encuentres en la barrera de cama el complemento necesario para darle una mayor seguridad a su descanso, y más tranquilidad al tuyo.

Otro de los aspectos que hacen necesaria la barrera es la edad de nuestro pequeño, conforme a lo que hemos indicado antes. A medida que los niños crecen, tienen una menor tendencia a moverse sobre la cama, por lo que el uso de la barrera es más prescindible. De todos modos, sigue siendo clave analizar el comportamiento de nuestro pequeño a la hora de descansar, porque incluso los niños más grandes pueden seguir moviéndose mucho durante el descanso.

 

Qué alternativas tenemos

Llegados a este punto, es posible que te plantees si existen alternativas a la mejor barrera de cama que puedas comprar, a fin de verificar si puedes reemplazar el producto con otra opción doméstica para evitar este gasto, o al menos para ir probando antes de tomar una decisión de compra definitiva.

La alternativa más sencilla es pegar la cama a la pared, siempre que el diseño del dormitorio lo permita. Algo que nos permite prescindir de las barreras, aunque solo por un lado, la verdad, dado que el otro lado va a seguir abierto. En este lado es posible usar otros productos alternativos, tales como almohadas o similares, que limiten el acceso a la zona abierta. La mala noticia es que el nivel de protección de este producto no tiene mucho que ver con lo que nos ofrece una barrera de cama convencional.

Una alternativa que usan algunos padres es colocar toallas en el lateral de la cama que queda descubierto. Esto permite elevar esta zona de la cama, de modo que si nuestro pequeño rueda hacia allí regrese a la parte central de la cama y no siga rodando hacia la misma. Pero de nuevo es una solución de eficiencia discutible. Por no hablar del extra de incomodidad que puede añadir al descanso de nuestro pequeño el tener un lateral de la cama elevado.

 

 

Conclusiones

Respecto de la pregunta principal que abría este artículo, es cierto que podemos prescindir de la barrera de cama, pero solo cuando nuestro pequeño no suele moverse en exceso a la hora de dormir o bien si tiene ya una edad en la que tenga un sueño más profundo y una mejor percepción espacial, que impida que se caiga en caso de que se mueva sobre la cama.

En el resto de casos, resulta casi imprescindible disponer de una barrera de cama, a fin de evitar los riesgos que una mala caída durante el descanso. Algo fundamental considerando que en el mercado actual es posible encontrar barreras de cuna baratas, por precios que parten de unos 20 euros. Por tanto, merece la pena gastar esta pequeña cantidad para darle un extra de tranquilidad a nuestro pequeño a la hora de descansar y dejarnos de otros experimentos que generalmente no llevan a ninguna parte.

 

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