El colecho: verdades y mitos

Última actualización: 26.04.24

 

Toda madre primeriza busca los mejores consejos para cuidar del bebé que está por llegar al mundo, ya que existen una cantidad de aspectos que se deben tener claros al momento de nacer el niño. Los tips básicos como: amamantar, dar una buena higiene, vestir y por último colechar es el tema que trataremos hoy.

La palabra colecho según Wikipedia se refiere a la cama familiar, una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores, y puede llevarse a cabo en la misma cama, en camas contiguas o, la cama y cuna unidas.

El colecho aunque siga siendo tabú para muchos, es una opción recomendada para los padres porque ofrece una cercanía con el hijo mientras están en su hora de sueño para acariciarlos, mimarlos y lograr un contacto más íntimo-paternal.

Algunos especialistas se oponen a esta práctica, sin embargo, se está extendiendo actualmente en muchos países por los beneficios que trae colechar a los pequeños en casa en el marco de la crianza respetuosa y con apego.

Durante los primeros días del bebé es posible que en la noche este llore mucho cuando se queda solo en la cuna o moisés, la falta de sueño se acumula en los padres, causando también estrés por no poder controlar la situación. La madre cansada de amamantar y cuidar al pequeño termina agotada por la falta de descanso.

Es en este tipo de situaciones que el colecho se muestra como una gran solución, simplemente es un proceso natural, pues no todos los niños son iguales, y son las madres quienes realmente eligen tenerlo cerca o lejos. La idea es que todos se sientan a gusto y puedan compartir un colecho amistoso y lleno de amor.

Como ya mencionamos, esta práctica también tiene sus detractores, pues hay quienes consideran que el contacto piel con piel es suficiente para los bebés durante el día, y en la noche deberían volver a su cuna o moisés. Sin embargo, se puede colocar una cuna unida a la cama matrimonial al mismo nivel sin necesidad de separarse, teniendo cada quien un lugar en la habitación, manteniéndose cerca pero sin invadir los espacios individuales.

 

Colechar con seguridad

Uno de los principales argumentos de los detractores es que practicar el colecho significa un riesgo para la seguridad del bebé, pues está latente la posibilidad de que los padres asfixien accidentalmente al pequeño, aprisionando su cuerpo mientras duermen. Sin embargo, sabemos que el instinto materno anula casi por completo esta posibilidad, pues las madres en la mayoría de los casos cambian sus patrones de sueño de tal forma que se mantienen en un estado de alerta permanente, aún mientras duermen.

Pero, si quieres aumentar la seguridad para la práctica exitosa del colecho te recomendamos seguir las siguientes medidas:

 

 

  • Si el bebé es prematuro se debe usar una cuna colecho o un moisés.
  • Se deben evitar colchones de agua o plumas.
  • Si la cama está pegada a la pared es importante no dejar espacios donde se pueda caer el pequeño, así se evitaría un fatal accidente.
  • La temperatura de la habitación debe ser tipo ambiente para que el contacto con el bebé sea agradable al momento de dormir.
  • Evitar el uso de almohadas, edredones o cojines en el área del bebé, por ello se recomienda que el bebé duerma encima de las sábanas únicamente.
  • Por ningún motivo se debe colechar junto a un obeso, sonámbulo o epiléptico, lo mismo se aplica en caso de que alguno de los padres sea farmacodependiente, alcohólico, haga abuso de estupefacientes, entre otros.

En definitiva, dormir o no con el bebé es una decisión de los padres que pueden analizar con la ayuda de un doctor especializado en el área de pediatría, con el que puedan obtener recomendaciones y hablar sobre el tema teniendo en cuenta varios puntos de vista si la duda persiste.

Por otra parte, también es una buena sugerencia acudir a los libros de maternidad que tratan este tema desde diferentes perspectivas. La mayoría de ellos tienen experiencias personales de otras familias, además de estudios realizados por médicos.

 

Hasta qué momento el bebé colecha

Decir que el colecho dura determinado tiempo sería una irresponsabilidad total de nuestra parte, pues cada situación es diferente y las rutinas de las familias son las que determinarán la duración de esta etapa.

Según la experiencia de muchas madres, esta situación puede suceder de forma espontánea, al parecer no tiene reglas u horarios, simplemente el niño es quien decide cuando está preparado para dormir solo.

 

 

En algunas familias se da después de la llegada del segundo hijo, y el hijo mayor decide salir del colecho. Quizás con el nuevo bebé, los hermanitos mayores se sienten más grandes o simplemente quieren tener más espacio para ellos.

Además, muchas madres confiesan que cuando el niño se hace más independiente, quien sufre luego de todo ese proceso maternal es la mamá con sus apegos. Pero, lo importante es no demostrarselo al pequeño como algo negativo, porque pueden formarse en él sentimientos de culpa. Al contrario, hay que felicitarlo y motivarlo por dar ese paso tan importante.

Por tal motivo, se considera que lo mejor es dejar que los niños decidan, de otra manera se sentirían rechazados. No hay duda de que con todo esto se pueden obtener más beneficios de lo que se cree, ya que de algún modo el niño está siendo autosuficiente, seguro y con carácter de voluntad para saber que su tiempo ya pasó y debe seguir avanzando.    

 

Lo que no sabías del colecho

Cuando la madre está en contacto con el bebé y este está frío, la temperatura del pecho aumenta dos grados para calentarlo. Por el contrario, si el bebé está caliente, la temperatura del pecho de la madre baja un grado.

Todo esto tiene un nombre, se llama sincronía termal, un fenómeno que demuestra que los bebés deben estar cerca de la madre, en contacto estrecho y no llorando para que se ensanchen los pulmones, para que se haga independiente o no se acostumbre a los brazos, como se creía tradicionalmente y de forma errada.

Por su parte el método canguro, curiosamente es beneficioso también para los bebés porque cogen más peso, su ritmo cardíaco permanece estable, y ellos se mantienen tranquilos, siempre y cuando estén juntos mamá-bebé al momento de dar colecho o fuera de él.

De igual manera, el colecho evita que el bebé llore mucho porque sabe que está cerca la madre quien es la figura protectora principal para amamantar, cuidar, dar mimos y compartir un tiempo de actividades recreativas.

 

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