¿Cuáles son las fases del parto?

Última actualización: 28.03.24

 

El parto pasa por una serie de fases que, aunque en cada mujer se experimentan de manera diferente, llevan al nacimiento del bebé y, por ende, su contacto físico con la madre y el entorno. Por ello, conviene identificarlas a fin de conocer que ocurre en ese momento inquietante, pero a la vez especial.

 

Generalmente puedes asociar la labor de parto con la ruptura de la fuente, aparición de las contracciones y el nacimiento del bebé. Sin embargo, este proceso natural suele iniciarse mucho antes de la fecha estimada y culminar con la expulsión de la placenta.

Al acercarse el nacimiento de tu hijo, podrían invadirte una serie de dudas acerca de cómo deseas culminar tu embarazo. Debes saber que en la actualidad se manejan tres tipos de partos: el natural, vaginal y abdominal (cesárea); de los cuales el parto natural es el menos invasivo y evita en lo posible el uso de procedimientos clínicos y medicamentos.

Asimismo, te puede inquietar saber cuánto dura un parto, lo que resulta difícil establecer, ya que cada mujer experimenta dicho proceso de manera diferente, más aún, si ya ha tenido un parto previo. Lo que sí podemos decirte es que su duración estará influenciada tanto por la posición de tu bebé como por tu estado emocional en ese momento. Pero, en promedio suele durar alrededor de 15 a 18 horas.

En tal sentido, ya se trate de uno u otro, es una experiencia que vale la pena vivir, a menos que por razones médicas debas optar por un parto abdominal.

Ahora bien, indistintamente de tu elección, te conviene conocer que ocurre en cada una de las cinco etapas que comprende el nacimiento.

  1. Fase de dilatación precoz

También conocida como dilatación latente o pasiva. Básicamente consiste en el inicio de la apertura del cuello uterino. Este período por lo general es excluido del trabajo de parto, ya que no se tiene definido exactamente en qué momento se lleva a cabo. Además, como es común en la mayoría de embarazadas podrías no llegar a percibirlo. Sin embargo, puede ser apreciado mediante una exploración vaginal por parte de tu especialista médico de confianza.

Esta etapa se caracteriza por el borramiento del cuello uterino hasta los tres centímetros y sus contracciones poco apreciables. Durante esta larga fase puedes percibir dolor pélvico y de espalda, así como diarrea e indigestión, entre otros síntomas, y una vez que notas la expulsión del tapón mucoso y la aparición de las primeras contracciones de parto perceptibles es indicativo de que tu espera ha llegado a su fin.

 

  1. Fase de dilatación activa

En este punto ocurre la dilatación de parto. Es decir, el cuello de tu útero se dilata completamente pasando de los 3 centímetros a los 10 centímetros; preparando así el canal del parto para la salida de tu bebé. Está a su vez consta de una etapa de aceleración y la dilatación de transición o dilatación activa avanzada.

Inicialmente, podrás percibir contracciones cada 10 minutos, pero en la medida que transcurre el tiempo, estas se hacen más dolorosas y frecuentes, pues se pasa de los centímetros conseguidos en la fase de dilatación precoz a los 5 o 6 centímetros de una forma acelerada. En este punto se da inicio al trabajo de parto propiamente dicho.

Por su parte, en la dilatación activa avanzada podrás apreciar las contracciones cada 3 minutos. Asimismo, sentirás ganas de pujar, producto de la presión que experimentarás en la parte baja de la espalda. Esto se debe fundamentalmente a que la cabeza de tu bebé iniciará su descenso a través de tu pelvis.

 

  1. Fase de expulsión

Es la fase más importante y la de mayor cuidado, pues del acertado seguimiento que hagas de las indicaciones del profesional médico a cargo, el proceso transcurrirá en lo posible de la forma más controlada y natural. Esto no solo con el fin de facilitar la salida de tu bebé, sino también evitar que sufras desgarros perineales innecesarios o que se prolongue el tiempo de expulsión.

En este momento la ansiedad y la fatiga tal vez te dificultarán percibir que las contracciones y el deseo de pujar se hacen más regulares. En esta fase una vez que tu bebé posiciona su cabeza comienza su descenso a través de la pelvis y tus músculos perineales se distienden para facilitar su expulsión.

  1. Fase de alumbramiento

Esta fase involucra el vaciado del útero. Es decir, la expulsión de la placenta y las membranas que durante el embarazo rodean a tu bebé. Debes saber previamente que, en este punto, pese a tener al recién nacido entre tus brazos, continuarás teniendo ligeras contracciones acompañadas de pequeños pujos.

Por otra parte, a pesar de completarse dicho proceso, el útero continuará contrayéndose a fin de retornar a su tamaño. Asimismo, podrás experimentar algunos impulsos o reacciones fisiológicas como sed, hambre, temblores y escalofríos. Así como también una mezcla de emociones que van desde la relajación hasta la impaciencia.

 

  1. Puerperio inmediato

Tras el nacimiento, tu cuerpo naturalmente comienza a liberar gradualmente oxitocina entre otras hormonas. Pero esta en especial será la responsable de provocar un tipo de contracciones uterinas que estimularán la subida de la leche.

De igual manera, propiciará, mediante la percepción olfativa del nuevo bebé, la instauración de la lactancia y, por ende, el vínculo (impronta afectiva) entre ambos. Razón por la que se dice que el postparto o puerperio inmediato es un período más sensitivo. Por ello, en estas primeras horas deberás mantenerte relajada.

Una vez conocidas las fases que involucran el parto es oportuno comentar que con la práctica adecuada de algunas técnicas de relajación y el conocimiento previo de cómo son las contracciones de parto, podrás llevar con calma este complejo, pero emotivo proceso.

En otro orden de ideas, si en las semanas previas al parto has presentado un notable dolor de espalda, podrías reducir dicha molestia con ayuda de una faja de embarazo (si pulsas aquí, tienes varias opciones de compra).

 

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