Preguntas más frecuentes sobre Cojines de Lactancia

Última actualización: 24.04.24

 

Q1: Cómo hacer un cojín de lactancia

Comienza por realizar un molde o patrón en un papel o cartulina, con un formato de semi luna o con forma de “C”, de 65 cm de longitud y una anchura de circunferencia de unos 22 cm aproximadamente.

Luego, coloca el molde sobre dos piezas de tela blanca, las cuales servirán de forro y que irán rellenas de cualquier material que elijas, desde goma espuma, hasta algodón.

También podrás utilizar una tela estampada para la funda, que resulte fácil de poner y quitar.

Corta las piezas según el molde y procede a coser a máquina, dejando una parte abierta para introducir el relleno.

 

Q2: ¿Puedo usar un cojín de lactancia como reductor de cuna?

Existen modelos de cojines que favorecen el uso como reductor de cuna.

Se trata de cojines con una estructura flexible y un relleno mullido y confortable, lo que permite que puedas adaptarlo a diferentes formas.

En el caso de que quieras brindar un extra de protección para tu bebé, podrás colocar el cojín en la cuna y sujetar sus extremos con las cintas incorporadas que ofrecen estos productos y que son de gran utilidad para evitar que el cojín se separe.

De esta manera, podrás preparar un nido seguro y confortable para el descanso del niño.

 

Q3: Cómo dormir con cojín de lactancia

El uso de un cojín de lactancia durante la etapa de gestación, permite a la madre adoptar una postura correcta a la hora de dormir.

Por esto, podrás usar los cojines que cuentan con un formato de cuerpo entero, ya que ofrecen un descanso óptimo en diferentes partes de cuerpo.

En este sentido, podrás ponerlo entre tus piernas a fin de nivelar la columna vertebral, al tiempo que tus caderas y vientre descansan y se relajan.

También podrás usarlo bajo tus piernas, con la finalidad de favorecer el flujo sanguíneo a las extremidades, ya que durante el embarazo los pies tienden a hincharse con mayor facilidad.

Así mismo, usarlo bajo tu cabeza ayuda a relajar la tensión del cuello, de los hombros y de la espalda.

Por esto, los expertos en bienestar materno aconsejan el uso de estos cojines, que además te permiten usarlos después de que haya nacido el bebé, especialmente en la etapa de lactancia.

Q4: ¿Hasta cuándo puede usarse el cojín de lactancia?

El cojín de lactancia es un accesorio que ayuda a las madres, especialmente a las primerizas, a hacer frente a su falta de experiencia y a la fragilidad que supone un recién nacido, particularmente a la hora de amamantar.

Para muchas, esta tarea puede convertirse en un proceso complicado e incluso incómodo.

Por esto, el uso de estos cojines, permite lidiar con la lactancia durante los primeros meses del niño y dejarlo cuando la madre se siente más segura para sujetarlo en sus propios brazos.

Sin embargo, existen modelos que aún después de la lactancia, continúan prestando su vida útil.

Por ejemplo, para brindar soporte al niño cuando comienza a sentarse solo, o para brindarle una superficie inclinada después que ha sido alimentado, a fin de evitar el reflujo del alimento.

Por esto, no existe una pauta o norma que establezca cuándo deberás dejar de usarlo, todo depende de cada madre y de las necesidades el bebé.

 

Q5: ¿Qué tipo de cojín de lactancia es más utilizado?

Entre la gran variedad de cojines que ofrece el mercado para ayudar a la madre en la lactancia, aquellos que ofrecen un formato de U o de C son los más utilizados.

Brindan una superficie firme, estable, cómoda y segura para recostar el bebé y ponerlo a la altura del seno materno, a fin de facilitar el agarre y la toma de leche.

Además, muchos de estos cojines ofrecen un sistema de cierre que permite que la madre los ajuste alrededor de su cintura, brindando mayor seguridad a la hora de dar pecho. çPor otro lado, son cojines que favorecen la portabilidad y un fácil almacenamiento, ya que su tamaño no es tan grande como el de otros formatos.

 

Q6: Cómo dar el pecho con cojín de lactancia

Primeramente, es fundamental contar con un cojín firme y seguro. Busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte y colócalo sobre tus piernas alrededor de tu abdomen y luego con suavidad coloca a tu hijo.

Deberás revisar con sumo cuidado la postura del bebé, ya que este debe estar recostado de lado y seguir una línea imaginaria que alinee su oreja, hombro y cadera, en tanto que su cabeza debe estar en dirección al pecho materno.

 

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