Los niños, al ser pequeños, no saben muchas cosas, pero algo que los caracteriza es que son bastante rápidos para aprender. La lectura no es una excepción, sin embargo, debido a su dificultad, es mejor ayudarlos un poco. Con simples trucos esta tarea será sencilla y, en poco tiempo, los niños podrán leer correctamente.
Desde antes de nacer, los humanos somos seres sociales y, por esa razón, buscamos comunicarnos de forma consciente para lograr lo que queremos. Un bebé en la barriga puede demandar comida dando patadas, por ejemplo, y desarrolla el sentido de la escucha efectivamente, reconociendo las voces de sus padres.
Poco a poco, las patadas “comunicativas” se convierten en llantos y estos, a su vez, se vuelven palabras cuando los niños logran aprender a hablar. Esto empieza a consolidar las habilidades primarias del lenguaje: el habla y la escucha.
Después de esto, todavía queda mucho por aprender y pronto los niños empiezan a descubrir las habilidades secundarias: la lectura y la escritura. Estas son un poco más difíciles y, por esa razón, aunque suelen empezar a aprenderse en casa, su adquisición se solidifica al llegar a la etapa escolar.
¿Cuándo empiezan a leer los niños?
No existe una edad concreta para esto, porque todos los niños se desarrollan a ritmos diferentes. No obstante, lo más recomendado es iniciar cuanto antes a ayudar a los pequeños a desarrollar sus capacidades lectoras.
Hay casos en que los niños ya pueden leer al cumplir 3 años de edad, por ejemplo, mientras que a otros les toma un par de años más para lograrlo. Lo importante no es qué tan rápido empiecen, sino que desarrollen esta habilidad de forma efectiva y logren consolidarla correctamente.
No obstante, para hacer todo más sencillo, existen distintos métodos de lectura que los padres pueden aplicar en casa para ayudarles a comprender mejor las cosas y motivarles a continuar con este hábito.
¿Cómo enseñar a un niño a leer?
Ayudar a un niño cuando está aprendiendo a leer no es tan difícil como pudiera pensarse. De hecho, si se tiene una idea de la forma en la que aprenden los pequeños, ayudarles no debería tomar mucho esfuerzo.
Principalmente, se recomienda iniciar desde que son pequeños, pues así será más sencillo para los niños asimilar la lectura y, probablemente, desarrollar el hábito de leer, lo cual es algo beneficioso para ellos.
Además de tener a la mano un libro para aprender a leer, debes también armarte de paciencia y adaptar tus enseñanzas a la edad de los niños. Después de esto, todo será más fácil, si sigues estos 10 trucos.
- Acerca la lectura a su vida desde el inicio
Muchos padres postergan la adquisición de la lectura porque piensan que sus hijos no lograrán comprender; sin embargo, despertar el interés en ellos desde temprana edad es la mejor forma de ayudarlos en un futuro.
Lee mucho a tu hijo y lograrás aumentar su curiosidad por la lectura. Existen muchos libros para aprender a leer que contienen gran cantidad de imágenes para llamar la atención de los pequeños y estos son excelentes para la iniciación.
Además de esto, ofréceles siempre libros a tus hijos, aunque estos estén en sillas de coche todavía y no comprendan las letras. El cerebro de los niños guarda la información y, cuando tengan edad para entender, tendrán un registro de cosas almacenadas en él que comenzará a surgir.
- Lee en su presencia
Los niños suelen querer imitar todo lo que hacen sus padres. Por esa razón, leer un libro y permitir que tu hijo te vea leer puede ser suficiente para despertar su curiosidad y animarlo a imitarte con sus propios libros.
- Haz el momento divertido
Los métodos para aprender a leer para niños de 4 años o más deben enfocarse en el dinamismo, porque estos pueden aburrirse fácilmente y relacionar la lectura con una obligación.
Utiliza tarjetas didácticas, apóyate en juegos y actividades como recortar, unir palabras e imágenes, entre otras cosas. Así tendrás mayores probabilidades de éxito.
- Aprovecha las oportunidades de aprendizaje
Si no tienes lecturas para aprender a leer a mano, pero te encuentras cerca de letreros, televisores o cualquier cosa que tenga letras, entonces hay oportunidad de aprendizaje.
Anima a tu niño a identificar las letras contigo, lee en voz alta cada letrero que veas, relaciona las cosas que compras con dichas palabras y motiva a tu hijo a buscar otra cosa que comience por la misma letra. Todo esto es una forma dinámica de enseñar.
- Estimula la comprensión lectora
No es lo mismo saber leer que entender lo que se está leyendo, por lo tanto, haz que el niño piense y desarrolle su comprensión lectora a la par que va reconociendo las grafías y fonemas.
Cuando se habla de cómo enseñar a leer a un niño de 5 años o más, el aprendizaje debe enfocarse en el buen entendimiento de las lecturas. Hazle preguntas a tu niño, ayúdale a separar progresivamente el sentido literal de las inferencias, enséñale a dividir los cuentos para aprender a leer en inicio, desarrollo y final, y mira cómo poco a poco descubre el mundo de la lectura por sí solo.
- Enséñale sobre las familias de palabras
Pan, panadería y panadero son palabras muy parecidas. Por lo tanto, partiendo desde la más simple, enséñale el resto de las palabras que conforman cada familia cuando tengas la oportunidad.
- Canta
Usar canciones sobre al abecedario, bailar formando las letras con el cuerpo o inventar rimas que se enfoquen en ciertos fonemas es algo excelente para afianzar las habilidades comunicativas referentes a la lectura en el niño.
- Enfócate en los fonemas
Es importante saber el nombre de las letras, pero para poder leer se necesita entender el sonido que estas producen. La S se llama “ese” pero su pronunciación es “sssss”. Así habrá menos equivocaciones, como decir “Ese-al” en vez de “Sal”.
- Memorizar
Cuando el niño logre memorizar palabras, su escritura y pronunciación, será más fácil agrupar otras palabras parecidas y deducir cómo se leen. De esa forma, la lectura será más natural para los pequeños y no necesitarán de tanta ayuda.
- Que los sonidos se vuelvan palabras
Si el niño ya sabe cómo se llama la letra y cómo se pronuncia, entonces es momento de empezar a formar palabras. Señala sílaba a sílaba los sonidos y explica en qué se convierten al leer todo junto. Después, permítele intentar y guíalo con paciencia.
Con estos trucos, el proceso de aprendizaje será mucho más llevadero para padres e hijos. Además, las habilidades adquiridas podrán ser más sólidas y el hábito de lectura podría solidificarse de forma natural y sencilla.
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