Cómo utilizar una almohada para embarazo

Última actualización: 26.04.24

 

Las almohadas para embarazo han adquirido gran popularidad entre las madres primerizas, por lo que se trata de un producto patentado por distintas marcas y con una amplia gama de modelos.

Son muchos los beneficios obtenidos al utilizar este tipo de cojines complementarios, siendo el caso de la notoria reducción de las dolencias, mejora en la postura y en la calidad del sueño de la mujer.

Al tener una, lo más pertinente es indagar un poco acerca de cómo utilizar una almohada para embarazo previo a la compra.

 

Revisa la etiqueta de fabricación

Todo producto posee su respectiva etiqueta de fabricación, en la que se encuentra información de interés acerca de los materiales y cuidados que se deben tener. Por ejemplo, al leer dicha etiqueta podrás conocer el tipo de fibra textil de la funda y del relleno, así como también el modo de lavado requerido por la prenda. Todo esto con el propósito de alargar su vida útil. En este sentido, se enfatiza en el detergente, temperatura del agua, duración del ciclo de lavado y método de secado.

 

Monta la almohada

Como es bien sabido, cada modelo posee características distintivas con respecto a su estructura, por lo que no es de extrañar que algunas almohadas para embarazo requieran de un previo montaje. Se trata de un proceso muy sencillo y completamente intuitivo, en el que tendrás que unir a la almohada base otros cojines por medio de velcro. Asimismo, existen diseños que anexan cintas de ajuste para regular el ancho, según las necesidades de cada futura madre.

 

Túmbate sobre la almohada

El paso más sencillo es tumbarse sobre el cojín para disfrutar de todo su confort. Claro está, previamente deberás haberlo colocado sobre la superficie de descanso. Recuerda que no hay una postura reglamentaria para soportarte en el cojín, ya que él está confeccionado para adaptarse a tu cuerpo. Así que, según sea el modelo, podrás recostarte hacia un lado, girarte o soportar la pierna por encima del cojín. Cualquiera que sea el caso, podrás estar segura de que este producto estará cuidando en todo momento de tu postura, ofreciéndote alivio y comodidad tanto a ti como al bebé.

 

 

Lava la funda

El lavado de la funda es una tarea fundamental que no podrás omitir. Ten siempre presente que aunque el material textil posea certificaciones y tratamientos antialérgicos, en él se acumulan sudor y polvo procedentes del entorno. Sin contar cualquier tipo de derrame inesperado al beber agua o consumir algún alimento estando utilizándolo.

Por ello, es importante que periódicamente abras las cremalleras, retires el relleno y laves dichas cubiertas. Trata de ser cuidadoso con el ciclo de enjuagado y emplea detergente suave. Además, deja secar al aire libre y bajo la sombra. Asegúrate de que la prenda esté completamente seca antes de enfundar el relleno nuevamente, ya que la humedad podría causar moho, ácaros y mal olor.

 

 

 

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