Ya el bebé de 38 semanas está listo para vivir fuera del seno materno. Aunque el plazo oficial es de 40 semanas, casi el 85% de los niños nacen dos semanas antes o dos semanas después de la fecha probable de parto. Por ello, el alumbramiento puede tener lugar en cualquier momento.
La semana 37 de embarazo ha concluido, y pronto la madre llegará a la etapa final en la que terminará la espera. La semana 38 también tiene varios cambios importantes y es normal que tenga dudas acerca de ¿qué ocurre con mi embarazo y mi bebé día a día? Para tu tranquilidad, ya tu bebé está listo para nacer y vivir fuera del útero. Ahora bien, si te preguntas, 38 semanas ¿cuántos meses son? La respuesta es que este periodo abarca casi 9 meses. Por tanto, un embarazo de 38 semanas está en la fase final para llegar a término.
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Peso y tamaño del bebé
En esta etapa el peso del feto de 38 semanas normalmente puede oscilar entre los 3000 a los 3200 gramos y su tamaño, de los pies a la cabeza, está entre los 48 y 50 cm. Así mismo, si la fecha del parto se prolonga una o dos semanas más, el bebé podrá acumular más reservas hasta el momento del nacimiento.
Por ello, el tamaño y el peso del bebé es un aspecto que suele evolucionar diferente en cada niño, por lo que algunos podrán nacer a término con 2700 o con 3800 g de peso y medir más de 50 cm; especialmente los varones, que suelen tener normalmente un peso mayor que las niñas.
Los cambios relevantes en la semana 38
En la medida que se acerca el parto, el feto incrementa la producción de hormonas; lo que contribuye a estabilizar, después del nacimiento, tanto la glucosa como los niveles de presión sanguínea.
Con un embarazo de 38 semanas, ya están formados los reflejos y todas las funciones orgánicas del bebé. Así mismo, ahora tiene cabello, más grueso y largo; y sus uñas ya sobrepasan el extremo de los dedos.
En relación al sistema músculo-esquelético. A las 38 semanas de embarazo el feto, aunque permanece con sus miembros flexionados, ha desarrollado el tono muscular. Mientras que con el aumento de la grasa subcutánea, su piel ahora es suave y lisa; bien sea sonrojada o en un tono blanquecino.
Con respecto al vérnix caseoso, una capa de grasa presente en su piel, esta suele deshacerse un poco y se mantiene flotando en el líquido amniótico; por lo que la piel del niño ahora podrá sentir el agua que lo envuelve.
Por otro lado, la naturaleza ha colmado los pulmones del bebé con todas las ventajas para que funcionen sin ningún problema después del nacimiento. Por ello, en esta semana crucial, comienzan su producción natural de cortisona; lo que va a permitir que los alvéolos puedan expandirse con la primera respiración del niño.
Movimientos del bebé
En el 96% de los casos, en la semana 38 de embarazo los movimientos del bebé indican que se prepara para el nacimiento y su cambio de posición en el útero así lo evidencia. Por ello, el niño encaja su cabeza entre los huesos de la pelvis, para tener acceso al canal de parto; lo que favorece un alumbramiento vaginal.
Este cambio de posición ocurre generalmente en las últimas semanas de gestación. Sin embargo, existen algunos embarazos de madres no primerizas en los cuales el feto se encaja en el canal de parto justo cuando se inician las contracciones del nacimiento. Por lo tanto, en estos casos no hay que preocuparse demasiado si en la semana 38 de embarazo el bebé aún no adopta la posición idónea.
38 semanas de embarazo, síntomas de parto y riesgos
La gestación culmina en el momento del parto. En algunas mujeres esto ocurre en la semana 38 de embarazo; es decir, cuando faltan dos semanas para el plazo oficial. De acuerdo a los expertos, a partir de la semana 37 y hasta la 40, se considera que el bebé está preparado para nacer; ya que ha culminado su desarrollo. Por esto, se le llama bebé a término, porque nacerá dentro de la fecha establecida.
No obstante, en algunas madres el parto podría llegar a prolongarse hasta la semana 42 (9 meses y medio), en cuyo caso se trata de un embarazo postérmino. Lo contrario sucede con el 10% de las mujeres, las cuales pueden llegar a dar a luz antes de las 37 semanas de embarazo; lo que podría causar alguna complicación, especialmente si el niño no ha culminado todo su desarrollo pulmonar.
En una ecografía de 38 semanas se puede observar claramente, que en algunos casos el diámetro del cráneo del feto puede llegar a los 10 cm. Este tamaño es el alcanzado por el orificio uterino mediante las contracciones; lo que podría indicar que en la semana 38 de embarazo la probabilidad de parto es mayor.
Aunque un parto a las 38 semanas puede representar un 3% de riesgo en cuanto a problemas respiratorios, los expertos afirman que el bebé puede sobrevivir sin graves complicaciones.
Así mismo, para garantizar que todo está bien con la madre y el niño, el médico podrá realizar un examen para evaluar si hay suficiente cantidad de líquido amniótico; o bien analizar mediante una ecografía, si la placenta todavía es capaz de cubrir sus funciones de abastecimiento.
Si ocurre cualquier irregularidad, como por ejemplo detectar la placenta calcificada o el desprendimiento de esta dentro del útero, con el consecuente sangrado; el caso se convierte en una urgencia médica. En esta situación, si se hubiera planificado el parto por cesárea programada, ahora esta cirugía debería realizarse de inmediato.
Indistintamente que la madre decida tener un parto vaginal o por cesárea, es fundamental que en las últimas semanas conserve toda su reserva de energía para ese momento y descansar es fundamental para ello. Por esto, conviene tener a mano almohadas para el embarazo, ya que brindan la máxima comodidad en este periodo, cuando el peso del vientre dificulta la labor de encontrar una postura adecuada de descanso.
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