Mientras llega el parto, el crecimiento del feto avanza ganando hasta 250 gramos cada semana y su desarrollo pulmonar está prácticamente completo; sin embargo, a su sistema inmunológico a su sistema nervioso les falta madurar. Por ello, en caso de ocurrir un parto pretérmino, podrían ocurrir complicaciones con una tasa de supervivencia del 90%.
34 semanas ¿cuántos meses son? En este caso nos referimos a una gestación de 8 meses y medio; por lo que a las 34 semanas de embarazo el bebé ya está muy desarrollado y la madre debe tener un voluminoso vientre.
A la semana 34 de embarazo la gran mayoría de los niños ya han adoptado la posición de nacer; es decir, que han girado en el vientre y han colocado la cabeza hacia abajo, esperando el momento para atravesar el canal vaginal. Sin embargo, una preocupación de muchas madres es ¿qué pasa con un bebé encajado y cuanto falta para el parto? Cabe recordar que cuando un bebé toma posición de nacer no significa un parto inminente. Para ello, deben estar dadas todas las condiciones que el organismo materno en su sabiduría puede reconocer; tales como la expulsión del tapón cervical, la ruptura del saco amniótico o la presencia de contracciones uterinas.
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Desarrollo de un feto de 34 semanas
Durante la semana 34 el bebé seguirá ganando tamaño y peso, al tiempo que todos sus órganos se preparan para funcionar correctamente fuera del seno materno; en especial los pulmones y el cerebro. Así mismo, tanto el sistema nervioso central como el sistema inmunológico se mantienen en proceso de maduración.
Un bebé de 34 semanas presenta muchas semejanzas con un bebé a término. Tiene menos arrugas en la piel debido a la grasa acumulada, también puede reconocer sus manos y pies e incluso, una ecografía de 34 semanas de embarazo puede mostrar a un niño que puede chuparse el dedo. Además, la embarazada de 34 semanas puede llegar a sentir movimientos rítmicos con una duración de pocos minutos y que se relacionan con el hipo del bebé en su vientre.
A las 34 semanas de embarazo el peso del bebé puede estar sobre los 2.300 g y su tamaño podría llegar a los 45 cm, considerando su longitud desde la cabeza hasta los pies. Así mismo, el oído del bebé a las 34 semanas aumenta su agudeza, por lo que es recomendable leer cuentos, cantar, hablar con él o ponerle música clásica; ya que diversos estudios han revelado que esta música puede llegar a relajarlo.
Además, cuando se trata de bebés varones, normalmente en esta etapa los testículos ya se encuentran alojados en su respectivo escroto.
Riesgos en el nacimiento de un bebé pretérmino
A diferencia del corazón, que inicia sus funciones una vez que comienza el desarrollo fetal; el feto no utiliza sus pulmones durante todo este proceso. Mientras el niño está en el vientre materno, estos órganos se encuentran comprimidos y no se expanden hasta el momento del nacimiento, cuando el aire ingresa a ellos por primera vez.
Los pulmones del niño se forman en el primer trimestre del embarazo, pero no culminan su desarrollo hasta que ha pasado la semana 35 – 37 de gestación. Por ello, si una embarazada tiene riesgo de parto prematuro o cuando por cualquier motivo se deba dar por terminado el embarazo, el médico especialista debe tomar las debidas previsiones para acelerar la maduración pulmonar.
En este sentido, existen muchos riesgos relacionados con la supervivencia del bebé y su fecha de nacimiento; cuanto más lejana esté la fecha estimada del parto, mayores serán las posibles complicaciones que podrían presentarse. En particular, cuando se presenta el parto en la semana 34 o por debajo de esta.
Si sucede un parto prematuro de 34 semanas, las probabilidades de que el niño sobreviva son del 90%. La complicación más frecuente que suele presentarse en los niños es el Síndrome de Distrés Respiratorio. Este problema está relacionado con la falla pulmonar, específicamente, por la ausencia o poca cantidad de una sustancia llamada surfactante, la que evita el colapso de los alvéolos pulmonares.
No obstante, aplicando el debido tratamiento, se consigue aumentar significativamente la tasa de supervivencia y se impide que se desarrollen enfermedades crónicas respiratorias.
La importancia de la maduración pulmonar antes de las 34 semanas
Aunque a las 34 semanas de gestación, el feto prácticamente ha culminado la fase de desarrollo pulmonar; existen casos en los que el surfactante pulmonar no resulta suficiente para garantizar un óptimo funcionamiento de los pulmones. De ahí la importancia de aplicar la técnica de Maduración Pulmonar Fetal con medicamentos que evitan complicaciones y problemas respiratorios. Además, esto asegura la supervivencia del niño en un 100%.
El tratamiento aplicado en estos casos son generalmente inyecciones de Dexametasona o Betametasona, corticoides eficaces que ayudan a estimular en el niño la producción de surfactante y así, poder asegurar que un bebé de 34 semanas de gestación o menos, pueda respirar por sí mismo.
Semana 34 de embarazo, molestias y cuidados de la madre
A partir de las 34 semanas de embarazo los movimientos del bebé podrían reducirse de un modo considerable, debido principalmente al tamaño alcanzado en esta etapa y al poco espacio que tiene en el vientre para moverse. Por ello, solo podrá girar a la derecha o a la izquierda, o bien, estirar un poco sus extremidades.
Por su desarrollo, el niño se encuentra con su cuerpo en contacto con la pared del útero materno; por lo que la madre podrá sentir claramente sus movimientos y hasta podrá distinguir si se trata de un brazo, codo o rodilla. Además, en esta etapa, muchos órganos de la madre se encuentran desplazados hacia atrás, provocando presión y molestias en la región lumbar.
Así mismo, es normal que la futura madre tenga problemas para descansar durante la noche, ya que el bebé es más activo en el horario nocturno. Por esto, una alternativa recomendable es usar cualquiera de las almohadas para embarazo (verifica, pulsando este enlace, algunas opciones) disponibles en el mercado, que se adapte a su anatomía y que favorezca un sueño reparador.
También es importante no dejar de lado la ingesta de calcio, ya que una madre con un embarazo de 34 semanas podría presentar huesos débiles. Esto se debe a que el feto, para el desarrollo de su esqueleto, absorbe gran parte de este nutriente. Por esta razón, la mujer debe ingerir una dieta rica en productos lácteos antes del parto.
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