14 semanas de embarazo

Última actualización: 26.04.24

 

El embarazo es una etapa muy especial en la mujer, ya que una nueva vida se ha comenzado a formar en su interior; por tanto, es muy natural que desee descifrar las señales de su futuro bebé y los cambios que experimenta su cuerpo durante la semana 14 de gestación.

 

Un feto dentro del vientre materno atraviesa por varias etapas durante el proceso para convertirse en un bebé. En tal sentido, si nos preguntamos cuántos meses son 14 semanas de embarazo, hay que afirmar que se trata del tercer mes del periodo de gestación. En este punto, el pequeño ha logrado adquirir una apariencia humana. Asimismo, a la madre le será más llevadero el embarazo, pues tanto las náuseas como los mareos pueden disminuir, y lo mejor es que su vientre comienza a sobresalir, haciendo evidente el estado que la madre atraviesa.

 

Cambios y síntomas en la madre

La mujer experimenta los primeros cambios físicos del embarazo en la semana 14, debido a que su cuerpo comienza a hacer espacio para que el útero aumente, por lo tanto, es normal comenzar a sentir al futuro bebé en la zona abdominal baja, aumentar un poco de peso y, por ende, subir una talla. Asimismo, en algunos casos, aparecen molestias gástricas, dolores en la espalda y retención de líquido.

Un cambio muy particular recae en los pechos, pues estos se vuelven más sensibles y grandes; por eso las mujeres optan por dejar a un lado los sujetadores que tienen aros y buscar telas más suaves para su piel. También, existe la posibilidad de comenzar a secretar por el pezón el calostro; un líquido amarillento encargado de alimentar al pequeño tras el parto.

En el embarazo de 14 semanas los síntomas son más tolerables, aunque pueden aparecer nuevos, como el sangrado de la nariz o las encías, debido a que los vasos sanguíneos se dilatan y se tornan más sensibles. Igualmente, la madre podría sufrir de rinitis gravídica, ya que las crestas que se sitúan entre la faringe y la nariz crecen generando congestión y mucosidad.

De igual manera, durante el embarazo el flujo vaginal y la sudoración llegan a ser abundantes. Por ello, es importante mantener una buena higiene personal para evitar adquirir alguna infección.

Cambios en el futuro bebé

A lo largo del embarazo el futuro bebé cambia y crece rápidamente. Específicamente, el tamaño del feto a las 14 semanas puede girar en torno a los ocho centímetros y pesar entre 25-30 gramos. Y, aunque la diferencia de la cabeza con el cuerpo aún es evidente, su sistema nervioso, concretamente su cerebro y la columna, alcanza un buen desarrollo, incluso algunas células nerviosas se disponen más organizadas.

Por otro lado, el feto de 14 semanas no solo tendrá un cuello más estirado y desarrollados sus músculos faciales, sino que también podrá hacer muecas y abrir la boca por más tiempo, gracias a la activación de su sistema neuromuscular. Ya es un pequeño que se mueve, e incluso se lleva el pulgar a la boca, pues sus brazos adquieren una mejor proporción en referencia con el cuerpo.

En relación con su piel, deja de ser un tanto transparente; pero, comienzan a aparecer algunos vellos incoloros y suaves en todo su cuerpo, conocidos como lanugo. Sin embargo, estos se caerán un poco antes del nacimiento.

Por otra parte, el saco vitelino que le proporciona al feto los nutrientes necesarios desaparece para este tiempo. Por tanto, su alimentación y el oxígeno proviene de la placenta, un órgano que crece junto a él y lo acompañará hasta el nacimiento. A las 14 semanas de embarazo el futuro bebé llega a beber líquido amniótico, el cual ayuda a mantener en buenas condiciones su aparato digestivo. Hecho que contribuye al llenado de su vejiga y, por lo tanto, le permite orinar dentro del vientre.

Suele ser común que, para el respectivo chequeo, no se logre visualizar el sexo del bebé, pese a que sus genitales ya se han desarrollado. No obstante, el obstetra podrá medir la cabeza, el fémur y el abdomen para la revisión general.

Algunos consejos

Es importante realizar en la semana 14 embarazo una ecografía transvaginal, ya que permite apreciar mayores detalles del futuro bebé, incluidos los cristalinos de sus ojos, sus dedos, las válvulas de su pequeño corazón y si se tiene suerte su sexo.

La madre debe alimentarse con verduras, frutas y alimentos que le ofrezcan un buen suministro de vitaminas y proteínas, evitando la ingesta de picantes y bebidas con gas.

Es normal que la embarazada de 14 semanas experimente un ligero aumento de peso, por lo que hacer su seguimiento y establecer una rutina de ejercicios le ayuda a mantener una mejor condición física y mental. Sin embargo, debe descartar aquellas actividades que le obliguen a ejercer gran fuerza y sobrecargar sus músculos. En tal sentido, las mejores alternativas son el yoga, la natación y las caminatas al aire libre.

Por otra parte, dado que la piel se comienza a estirar en la zona baja, la comezón podría aparecer. De ahí, la importancia de mantener la epidermis hidratada con cremas acordes a las características de cada piel. Desde la higiene también es importante evitar los baños con agua caliente o ingresar en saunas, ya que esto puede generar mayor dilatación de los vasos sanguíneos.

Finalmente, queda mencionar que a fin de aliviar el dolor de espalda, resulta apropiado que la madre cuente con un buen soporte para el descanso, ya sea a través del uso de zapatos cómodos o el reposo en una buena cama acompañada de una almohada para embarazo. Pero, si las molestias no cesan y se tornan más fuertes, antes de ingerir algún medicamento, lo recomendable es consultar al especialista de confianza.

 

DEJA UN COMENTARIO

0 COMENTARIOS