Uno de los síntomas que puede estar muy presente en toda la gestación es el dolor de cabeza. Sin embargo, hay que saber distinguir cuando se trata de simple cansancio o si la intensidad del dolor puede ser señal de otra enfermedad, que merezca una atención especializada durante el embarazo.
La cefalea es, según el portal de Clinic Barcelona, un síntoma que hace referencia a cualquier tipo de dolor en la región de la cabeza. De esta, se reconocen hasta 150 tipos, pero de forma general se clasifican en cefaleas primarias y secundarias.
Las primarias son aquellas en las que el dolor de cabeza tiene características propias y no se deriva de ninguna otra patología. Por su parte, las cefaleas secundarias son aquellas que son consecuencia de una enfermedad y están acompañadas de otros síntomas.
De acuerdo a algunas estadísticas médicas conocidas, el 50% de la población adulta mundial es afectada por cefalea varias veces en su vida, por lo que sentir pinchazos en la cabeza ocasionalmente es un síntoma que padecen muchas personas sin distinción de sexo, raza, edad ni ubicación geográfica.
Pero, ¿qué sucede cuándo la mujer siente dolor de cabeza en el embarazo? Por fortuna, en la mayoría de los casos se trata de un malestar por falta de descanso, estrés, ansiedad y otras situaciones cotidianas, sin representar ningún peligro para el feto.
Si hacemos una encuesta rápida, muchas mujeres podrían afirmar que después de realizarse varios tests de embarazo para comprobar el resultado positivo sintieron dolor de cabeza por todas las emociones y nervios que experimentaron en ese momento. Lo más probable es que sus parejas también sintieran el mismo malestar, acompañado de alegría por saber que pronto tendrían un nuevo integrante en la familia.
En estos casos, una pastilla de paracetamol es la respuesta más común cuando se pregunta al doctor ¿qué tomar para el dolor de cabeza? No obstante, bajo ninguna circunstancia, las embarazadas deben automedicarse o utilizar medicamentos sin la indicación de su ginecólogo, aunque se trata de un inofensivo dolor de cabeza.
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¿Qué hacer si tienes un dolor fuerte de cabeza?
En muchas mujeres embarazadas se produce la cefalea tensional: un dolor de cabeza frontal que empeora con la ansiedad, dolores musculares, tensión emocional, entre otras condiciones que son normales en el avance de los trimestres de gestación.
Esta cefalea también puede producir dolor en la nuca y la mujer puede sentir una opresión en la cabeza como si estuviera usando un casco. Para este tipo de cefalea se emplean analgésicos leves, como es el caso del paracetamol, y se indica reposo, así como el uso de paños fríos sobre la frente.
Ahora bien, si durante las consultas ginecológicas has tenido niveles elevados de presión arterial, es probable que los dolores de cabeza intensos y frecuentes sean síntomas de preeclampsia.
Cuando el dolor de cabeza se convierte en riesgo
La preeclampsia es una enfermedad que afecta a las embarazadas, caracterizada por cifras tensionales altas, retención de líquido y presencia de proteínas en la orina. Si no es tratada oportunamente puede desencadenar crisis convulsivas y hemorragias cerebrales.
Curiosamente, uno de los signos más alarmantes de esta condición es el dolor de cabeza intenso en la región de la nuca, que aparece repentinamente, acompañado de otros síntomas como desorientación, somnolencia, vista centelleante, náuseas o dolor abdominal.
En caso de tener varios de estos síntomas durante el embarazo debes acudir a la sala de urgencias rápidamente, pues la prioridad es controlar la hipertensión para que el dolor de cabeza ceda y, oportunamente, recibir el tratamiento necesario.
Por otro lado, el riesgo de la preeclampsia está en hacer una detección tardía, ya que puede descubrirse cuando haya una falla renal o cuando la vida del bebé y la madre esté en riesgo por un parto prematuro. Por lo tanto, es importante conocer tus niveles de presión arterial y seguir todas las indicaciones médicas para reducir los riesgos de sufrir preeclampsia.
Cefaleas inofensivas y tratamientos alternativos
Si la futura madre tiene antecedentes de cefaleas asociadas con migrañas, es muy probable que estas se repitan varias veces en el embarazo, sin representar una señal de alarma.
Como ya mencionamos, a medida de que la gestación avanza, las tensiones musculares en la mujer, así como la ansiedad y el estrés, aunados a los elevados niveles de progesterona y estrógenos, aumentan las probabilidades de sufrir estas cefaleas inofensivas.
Naturalmente, al tener dolor de cabeza en el embarazo, qué tomar que no cause daño al bebé es la preocupación principal de las futuras madres. Por esta razón, se pueden usar tratamientos alternativos que prescinden del uso de fármacos, tales como las técnicas de relajación, masajes antiestrés y, en algunos casos, digitopuntura, si el médico lo permite.
Muchas de las técnicas tradicionales de la medicina china pueden aliviar esos dolores tensionales, pero deben ser autorizadas por tu médico y realizadas por profesionales.
No obstante, en casa también puedes aplicar algunas medidas para aliviar la cefalea tensional durante el embarazo. Empieza por recostarte y apagar todas las luces, pedir a la familia o pareja que eviten encender la radio o televisión, pues el silencio en todo el lugar te ayudarán a relajarte.
También puedes colocar una bolsa de hielo en la región donde sea más intenso el dolor o, si prefieres, puedes usar paños humedecidos en agua fría.
Al final de cuentas, lo más importante en estos casos es aprender a controlar tus niveles de ansiedad y estrés, pues con el avance del embarazo el feto se vuelve más receptivo y susceptible a todos los estímulos que recibe del exterior, incluyendo los cambios emocionales en la madre.
Practica yoga, meditación, sal a caminar una hora diariamente y si te gusta el contacto con la naturaleza intenta hacer tu paseo en parques naturales que te ayuden a relajarte. De igual forma, evita las situaciones que alteren tu estado emocional y trata de mantenerte calmada la mayor parte del tiempo, pues todo lo que sientes, tu bebé también lo sentirá.
Por último, no olvides que si el dolor de cabeza se vuelve más intenso, comienzas a tener los pies hinchados y experimentas náuseas o vómitos, debes acudir al médico para saber si se trata de otra patología que pueda afectar tu gestación, recibiendo el tratamiento necesario para resguardar la vida del bebé y la tuya.
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